La mitología japonesa siempre ha estado envuelta en un aura de misterio y lejanía que infunde respeto y atracción a partes iguales entre los occidentales. Los espíritus malignos o yokai, son demonios de muy diversas formas y con diferentes niveles de maldad. Los japoneses les atribuyen influencia en los actos de las personas. El terrible Oni y su garrote de hierro contrasta con el juguetón Kappa, un humanoide con caparazón de tortuga y cara de rana que disfruta asustando a los humanos con los que se topa.
NioH, el nuevo proyecto de los chicos del Team Ninja, se desarrolla en un Japón feudal en guerra y en el que los yokai han aparecido en el mundo de los humanos para sembrar el caos. Nuestro protagonista es William, un pirata que se verá envuelto en una aventura para recuperar el espíritu guardián que le ha sido arrebatado por un alquimista malvado, quien será nuestro principal enemigo.
William se verá obligado a convertirse en un verdadero samurai si quiere sobrevivir en el mundo hostil al que ha ido a parar. Humanos, demonios, ninjas y todo tipo de criaturas demoníacas serán los rivales que tendremos que ir salvando para alcanzar cada objetivo. Como samurais tendremos que especializarnos en dos de las armas que el juego nos ofrece: katanas, dobles katanas, lanzas, hachas y kurasigamas, un arma muy versátil compuesta por una hoz en un extremo y una cadena con un peso final en el otro.
El combate exige una alta concentración al jugador, tornándose frenético en ocasiones y muy duro si los enemigos nos superan en número. Nuestra barra de vida bajará de forma alarmante si recibimos un golpe sin estar en guardia. Sin embargo, la barra más importante con la que cuenta nuestro personaje es la que nos indica el ki, una especie de estamina que indica el gasto de cada una de nuestras técnicas de ataque. El juego se divide por misiones principales con cinemáticas intercaladas y misiones secundarias que nos servirán para aprender técnicas y adquirir nuevo equipamiento.
El contenido que ofrece NioH es singularmente amplio, con opciones de forja de armas y todo una serie de técnicas y movimientos diferentes para cada una de las armas.
El juego bebe del espíritu de la saga Souls, pero añadiendo su propia personalidad en el combate cuerpo a cuerpo. Es rápido, es ágil y es divertido. Tenemos tres posiciones de guardia: alta, media y baja. Con la guardia alta asestaremos golpes contundentes que agotarán nuestro ki enseguida pero que serán más lentos. La postura media nos permite una defensa y un ataque equilibrados y será por la que optaremos la mayor parte del tiempo. La postura baja permite golpear múltiples veces aunque con un daño menor. Cada tipo de arma tendrá movimientos diferentes según cada postura y además, los diferentes tipos de enemigos nos obligarán a utilizar una u otra dependiendo de la defensa que presenten.
Los sesenta frames por segundo que soporta la Play Station 4 contribuyen a una experiencia muy recomendable en su conjunto. El juego es exigente, sí, pero también es justo con el jugador. Los enemigos utilizarán las mismas armas que nosotros y además también cuentan con una barra de ki, algo que podremos utilizar en nuestro beneficio si les obligamos a gastarla por completo y a quedar exhaustos -y por tanto expuestos- durante los enfrentamientos. NioH entrega al jugador herramientas para que aprenda las artes samurais y las ponga en práctica desde el minuto uno. Aún así, lo cierto es que moriremos incontables veces ya que en NioH cualquier despiste se paga con la muerte.
Los jefes finales nos regalan enfrentamientos memorables que pueden ser de larga duración dependiendo del rival. Desde demonios enormes hasta vampiras mortales o gigantescos artrópodos, todos nos obligarán a estudiar sus patrones de ataque y a escudriñar sus puntos débiles para tener alguna posibilidad ante rivales a los que a priori parece imposible derrotar.
Es un juego para los gamers que se quejan de la dificultad actual en los videojuegos. En NioH encontrarán el desafío que poco a poco la industria ha ido olvidando y dejando de lado.
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