Se trata de un híbrido entre consola de sobremesa y portátil, con mandos extraíbles que soportan una tecnología de vibración y reconocimiento visual como nunca antes se había visto. Se lanzará al mercado con el gran aval que supone The Legend Of Zelda: Breath of the Wild, la última y esperadísima entrega de una saga que el año pasado cumplió 30 años desde su aparición en la NES y que tiene millones de fans por todo el mundo.
Nintendo Switch |
La red está llena de información sobre la Switch y de cientos de análisis y elucubraciones acerca de lo que será el sistema, hasta dónde será capaz de llegar, cuál será el apoyo de las terceras compañías, etc.. Después de participar activamente estas dos últimas semanas en todo este enjambre de foros, discusiones y publicaciones en YouTube, Twitter o Facebook, he de admitir que he llegado a desesperarme por toda la basura que me he encontrado. El nivel de odio y fanatismo que he llegado a leer en muchos de los cientos y cientos de comentarios que he visto, me resulta preocupante. A raíz de la conferencia de presentación de este producto de Nintendo, se han establecido dos bandos principales que se han declarado una guerra tan absurda como terrible en la red.
Los famosos nintenderos, mostraron enseguida su entusiasmo por el último producto de su marca favorita, alzando como es normal sus virtudes y compartiendo sus sensaciones y esperanzas de cara a los próximos meses. Unos hablaban de su tamaño perfecto, de su versatilidad, de las posibilidades que ofrece en cuanto a movilidad, etc. Otros, dentro de este grupo, mostraron cierto recelo al descubrir que Nintendo iba a comenzar a cobrar una suscripción por el uso de su sistema online, algo que hasta ahora no había ocurrido en sus anteriores máquinas. También les sorprendió el precio final con el que se venderá en España, unos 330 euros sin juego, precio notablemente superior a sus dos directas competidoras: la Play Station 4 Slim actualmente se puede conseguir por 243 euros con juego incluido y la Xbox One S ronda los 270 euros, también con un juego. Por tanto, algunos de estos nintenderos compartieron en estos foros su extrañeza por esta jugada de Nintendo, no exenta de riesgo en el mercado actual. Todo bien razonado y con exquisita educación por lo que yo pude leer en general.
La guerra de sistemas ya existía en los 90 |
En otro tipo de foros, más dedicados a las consolas de la competencia, se comenzaba a hablar sin tanta cautela sobre los defectos que encontraban en la Nintendo Switch. La mayoría ponía de manifiesto que los 32 Gigas de memoria que trae la consola se antojaban ridículos al lado de los 500 e incluso 1 TB que Sony y Microsoft incluían en sus consolas; muy poca memoria interna que iba a obligar a los usuarios que comprasen la máquina a gastar más dinero en tarjetas SDD de memoria externa. Otro defecto muy comentado era la escasa potencia gráfica que la Switch parecía ofrecer, a falta de datos oficiales que Nintendo no quiso compartir en la conferencia. Pero la realidad era que ninguno de los juegos que fueron presentados aquel día exhibían gráficos propios de esta generación. Por tanto, aquel rumor que decía que la Switch iba a ser tan potente como PS4 y Xbox One se derrumbó el mismo día de su presentación.
Conforme pasaban las horas, las noticias, los análisis y las opiniones aumentaron de manera significativa. Pero fueron las primeras publicaciones de los youtubers más influyentes de la comunidad las que supusieron el verdadero pistoletazo de salida para el caos total. Comenzó un cruce directo entre los nintenderos más acérrimos, que negaban punto por punto cualquier defecto de la consola y los propios seguidores de Nintendo que compartían sus dudas sobre el producto. El grupo ultra y negacionista, animado por el vídeo de su youtuber favorito, se lanzó a la caza del falso nintendero, al que se acusó de todo tipo de tropelías.
Mientras los seguidores de la gran N se mataban entre ellos, los primeros sonyers comenzaron a asomar la cabeza por estos foros para interesarse por la lucha fraticida que se estaba produciendo. Algunos metían baza para hurgar en la herida con comentarios sarcásticos sobre los aspectos más negativos de la consola, otros se sorprendían por el ambiente que se vivía y otro grupo se dedicaba al trolleo puro y duro.
Uno de los youtubers más influyentes del momento, ex seguero y actual enemigo declarado de Sony, se dedicó a fomentar la defensa a ultranza de la Nintendo Switch con vídeos constantes que espoleaban a sus seguidores. Pero algo curioso sucedió a lo largo de los días en el canal de este youtuber. Muchos de sus suscriptores, comenzaron a escribirle comentarios extensos y argumentados en los que se mostraban ofendidos por el lenguaje ofensivo que estaba utilizando en los vídeos contra cualquiera que hubiera puesto en duda a la máquina. Este reducto de nintenderos críticos con el producto presentado por una multinacional evidenciaron que se había generado una auténtica ola de mierda llena de odio y desprecio entre usuarios por un puto producto electrónico. Se quejaban de la actitud de los más ultras, que habían endiosado a una marca comercial defendiéndola como algo sagrado, y olvidando la condición de consumidores de todos ellos.
El youtuber respondió borrando numerosos comentarios, en especial aquellos que le colocaban en su sitio por la estúpida y fanática actitud que estaba desplegando. También bloqueó a decenas de usuarios y por supuesto, también perdió a todos esos suscriptores. Los días siguientes los comentarios publicados bajo sus vídeos fueron perdiendo extensión, gramática y léxico en general, para convertirse en frases cortas, ofensivas y llenas de faltas de ortografía. En pocos días, el youtuber perdió a los seguidores de más de veinticinco años, para quedarse con una gran masa de críos, de ignorantes y de estúpidos fanáticos sin respeto alguno.
Lo peor de todo y lo más preocupante es que el balance general de estas dos semanas, se resume en que el youtuber ha ganado en total más de 3000 nuevos suscriptores. Internet como reflejo de la vida misma.