¿Qué es el Estado de Derecho?
¿Es una fórmula para estudiar las redes terroristas debidamente trenzadas en las mezquitas construidas en nuestro propio suelo?
¿El Estado de Derecho es una especie de héroe que se infiltrará entre los guettos de nuestras capitales para descubrir cuáles son los cabecillas locales que contactan con los mandos intermedios de Daesh en Siria, Irak o Libia?
¿Es el Estado de Derecho el que nos permitirá detener a aquellos imanes que agitan el avispero en sus comunidades aprovechando el entorno de miseria y desesperanza en el que viven?
¿Será el Estado de Derecho aquel que nos sirva como instrumento para sacar de nuestras fronteras a los más de quinientos investigados por radicalismo en redes sociales?
¿Será el Estado de Derecho aquel que nos proporcione leyes fuertes y duras contra los delitos que acojonan a la población?
¿O es el Estado de Derecho aquél que mima a la gentuza que nos mata y le oferta todo tipo de ventajas para su inserción en la sociedad?
¿Será el Estado de Derecho aquel que ponga algo de cordura en los legisladores y en los jueces y les meta en la cabeza que los fanáticos musulmanes sólo se rigen por la sharia y jamás se integrarán en nuestras sociedades?
¿Será el Estado de Derecho aquel que reparta sentido común y explique la forma de pensar que los musulmanes tienen y lo que opinan sobre los infieles, las mujeres occidentales, el desnudo público o incluso los perros?
¿El Estado de Derecho dejará de actuar desde el plano políticamente correcto y explicará las cosas por su nombre o será el Estado de Derecho el que defienda el Islam dos días después de que nos maten en una plaza, en una discoteca o en un partido de fútbol porque nos quieran imponer su estilo de vida y su religión?
El Estado de Derecho nos acabará matando a todos.
Sólo el Estado de Excepción y el abandono de la estupidez ignorante nos darán una oportunidad.