viernes, 3 de marzo de 2023

El pecado original de JK Rowling

Hablemos del colectivo trans. Nuestros amigos del colectivo trans montaron en cólera hace unas semanas en Twitter por la salida al mercado de Hogwarts Legacy, un videojuego espectacular basado en la obra de JK Rowling. La autora británica se convirtió hace unos años en anatema para la comunidad transgénero. La consideran Belcebú; la tránsfoba original. La campeona de las TERFS —o terfas como les gusta decir a ellos—. 

Cuando me di cuenta del odio sarraceno que JK Rowling despertaba entre esta gente, me puse a investigar sobre el tipo de infamia que la escritora debió cometer para que miles de personas la persigan desde hace años a ella y a cualquiera que se haya manifestado en su defensa. Hasta las empresas se han plegado a la cancelación de la creadora de Harry Potter. Tanto es así, que los actores de las películas la han dejado de lado, al igual que HBO Max, quien en un especial sobre Harry Potter, decidió no invitar a JK Rowling al homenaje de su propia obra. 

Bien, buceando en Twitter en busca de la ofensa primigenia, todo el mundo califica a JK Rowling de "tránsfoba" y de "negarle los derechos humanos a los trans". Es decir, alguien terrible, que por lo visto juzga a las persona por su condición sexual. Sin embargo, a pesar de las referencias de cientos de personas, quise acudir a la fuente original. Al tuit cero, por decirlo así. 

He aquí el tuit que desencadenó la mayor avalancha de mierda jamás caída sobre alguien. Y, por ende, la mayor campaña de cancelación que cualquier persona pública haya sufrido. 


Os traduzco: "Gente que menstrua". Estoy segura de que había una palabra para estas personas. Alguien puede ayudarme? Muheres, Mojeres, Mujeras?" 

En referencia a un artículo de Devex titulado "Creando un mundo post COVID más igualitario para las personas que menstrúan", JK Rowling ironizaba sobre las excentricidades que últimamente salían del mundo woke americano, como la de evitar la palabra mujer para no "ofender" a los trans. En una especie de desquiciado razonamiento, el término mujer incluiría también a los transgénero y, por tanto, si tu intención es hablar sobre la mujer biológica, se ven obligados a utilizar calificativos como "personas menstruantes". Sé que suena a delirio, pero os garantizo que esta mierda es el pan de cada día en Estados Unidos, tanto en los medios de comunicación como en la universidad y en las redes sociales. 

Pues bien, JK Rowling, feminista declarada desde siempre, recibió muchísimo hate por este tuit, al que intentó darle añadir un par para dejar claros algunos puntos. Lo siguiente que escribió fue:



"Si el sexo no es real, no hay atracción hacia el mismo sexo. Si el sexo no es real, la realidad vivida de las mujeres a nivel global se borra. Conozco y amo a las personas trans, pero borrar el concepto de sexo elimina la capacidad de muchas personas de hablar de sus vidas de manera significativa. No es odio decir la verdad” 

Es decir, la exitosa autora de la saga de Harry Potter defendía la identidad de la mujer como tal, sin desmerecer a las mujeres trans, pero en ningún caso aceptando que el sexo sea un ítem vital que se escoja y que, por tanto, sólo dependa de la autopercepción del individuo. 

En realidad, daba igual las explicaciones que JK Rowling intentase ofrecer. La ofensa ya había sido consumada. En estos casos el perdón tiene difícil encaje, a no ser que el que ofensor esté dispuesto a una genuflexión humillante y prolongada en el tiempo, amén de una contribución generosa a los colectivos adecuados. Y aún así, costaría quitarse la etiqueta de TERF (trans excluyent radical feminist) de encima. El mundo woke no tiene tradición de perdonar a los herejes de su causa. 

Lo que sí tiene, es un poder muy por encima de su representatividad en la sociedad. En España, se estima que el 0,1% de la población se declara trans, lo que viene a ser un abanico entre 5k y 10k personas. Es decir, todos los trans españoles cabrían holgadamente en el fondo sur del Martínez Valero. Si nos ponemos generosos, podrían llenar el fondo sur y el norte, pero poco más. Con esa cantidad de gente, han desplegado una cantidad de influencia y de poder en redes sociales capaz de obligar al Congreso a hacerles una ley al dictado, donde la autopercepción determinará tu sexo en el registro civil, sin necesidad alguna de hormonación, cirugía ni cambio de nombre o apariencia. La ley se publicó en el BOE esta semana e incluye a los menores, que podrán exigir el inicio de una transición hombre-mujer o mujer-hombre cuando lo deseen, sin la necesidad de la supervisión de un psiquiatra y sin que nadie pueda negarles dicho proceso irreversible. 

Veremos cuál es el resultado final de todo esto. Lo que sí sabemos es que países que aprobaron antes que nosotros este tipo de leyes, en los últimos tiempos se han visto obligados a echar marcha atrás, por la cantidad de problemas del día a día que han ido apareciendo y por las denuncias masivas de jóvenes arrepentidos de haberse sometido a operaciones tan invasivas como mastectomias, faloplastias, histerectomías, etc..