Si el 27-S la plataforma de partidos independentistas gana las elecciones autonómicas de Cataluña vamos a tener un problema muy divertido entre manos. Hablamos de una más que posible declaración unilateral de independencia y la proclamación de la República de Cataluña. Es decir: sedición, que según la RAE es un alzamiento colectivo contra un gobierno con el fin de derrocarlo.
Dicho esto, no parece que la sociedad española termine de asimilar ni de convencerse de la gravedad de los acontecimientos que se nos vienen encima. La sedición no es ninguna broma y el Estado tiene herramientas establecidas en la Constitución para defenderse de este disparate. Entiendo que los asesores jurídicos de Junts Pel Si han leído el artículo 8.1 de la Constitución que reza que "las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la sobenaría e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional". Harina de otro costal es que el Gobierno decrete o no la orden de intervención del Ejército, y con sinceridad, dudo que lo haga. Hablamos de un tema tabú entre la clase política, ya sabéis que nuestro Ejército sólo se dedica a misiones humanitarias, a apilar sacos de arena en las catástrofes naturales de países remotos y a felicitarnos las Fiestas por Skype en Nochebuena. Son gente de paz, como John Lennon. Están ahí para soñar con un mundo mejor y sonreir a los pobres huérfanos que dejan las absurdas guerras lejanas.
En fin.
Yo deseo firmemente la victoria de Juns Pel Si. Me explico, en absoluto soy independentista; para mí los nacionalismos sólo son movimientos arcaicos, excluyentes, xenófobos y racistas. En concreto el catalán me produce más asco por estar comandado por la burguesía cleptómana que ha estado mangando de las arcas durante casi cuarenta años envuelta en la senyera. Gentuza a la que le importa menos que una mierda los problemas de los trabajadores catalanes.
Pero en fin, esa es mi impresión, independiente de mis ganas locas de que ganen. La razón es que quisiera ver por fin con mis propios ojos el desenlace a uno de los problemas más coñazos que hemos mamado desde críos. En serio, no puedo aguantar otro lustro de gilipolleces, quejas, manifestaciones y "Espanya ens roba". Necesito de una vez un final a esta carrera ideológica que al final erosiona hasta el alma del ser más paciente. No hay quien aguante más. Que se larguen o que el Ejército intervenga. Una de dos y me da igual cual.